Hoy te quiero presentar a alguien muy especial para nosotros: Eva, una niña de 9 años que nos ha conquistado. Te quiero contar su historia en terapia visual, y el cambio en su aprendizaje.
Eva venía por primera vez acompañada de su mamá por recomendación de su profe. Tanto sus padres como sus profesores, notaban una gran dificultad en la escritura y, especialmente, en la lectura. Desconocían la causa, pero sabían que algún problema le estaba frenando su rendimiento.
Desde el primer día, su simpatía nos ganó. Tal y como nos decían sus padres, era una niña que se esforzaba mucho pero los resultados no acompañaban a ese empeño.
¿Qué estaba pasando en esta niña?
¿Por qué tenía estas dificultades?
Su visión le estaba jugando una mala pasada. Tras una evaluación exhaustiva, vimos que sufría una visión doble a unos 35 centímetros aproximadamente, es decir, en muchas ocasiones veía doble las letras a la distancia de su lectura… ¿cómo iba a poder leer bien? ¿cómo iba a poder escribir correctamente? ¡Imposible!
Podrás estar pensando… ¿y cómo no se han dado cuenta nunca?
Pues muy sencillo; para Eva, su visión siempre es así, lo adopta como algo normal. Y esto nos lo encontramos en un gran número de casos. De hecho, 1 de cada 3 niños con dificultades de aprendizaje, sufre un problema visual que no se ha detectado… ¡Un 33%!
Este era su mayor problema visual, pero a ello se sumaba unos movimientos de los ojos erróneos (fundamentales para cambiar de línea al leer), una pobre coordinación ojo-mano, una memoria visual baja… Resumiendo, ¡había que ponerse manos a la obra!
Y eso fue lo que hicimos. Propusimos a sus padres realizar terapia visual para mejorar esas dificultades.
“Cuanto antes, por favor”. Esa fue la respuesta de su madre.
Presentes en la evaluación, había ido entendiendo nuestras explicaciones y los problemas encontrados.
Tras un gran esfuerzo por parte de Eva y de su familia, se realizaron 7 meses de terapia visual, una hora semanal. Sí, fueron necesarios 7 meses puesto que había mucho por trabajar.
¿Cuáles fueron los resultados?
La distancia a la que veía doble era de 7-8 centímetros, el test de movimientos oculares había pasado de un 5% a un 70%, su memoria visual había dado un gran salto, pero eso son simplemente datos visuales. Lo más importante: Eva estaba muchísimo frustada, y sus padres y profesores notaron un gran cambio en su lectura y en su escritura.